En este artículo vamos a profundizar en dos de las terapias de la Oncologia Integrativa, porque cada vez son más las personas que tras diagnosticarle un cáncer, ademas de realizarse los tratamientos convencionales de cirugía, quimioterapia y radioterapia, buscan otros tratamiento complementarios que contribuyan a encontrarse mejor, adaptarse en su nueva situación y afrontar de una manera más positiva su enfermedad. De hecho encontramos según SEOM ( Sociedad Española Oncologia Medica) entre un 30-60% de pacientes ya consultan y analizan con su médico su uso. A esta tendencia y estos tratamiento se les engloban en la llamada oncología integrativa, la cuál combina la medicina convencional con las prácticas de la medicina complementaria y alternativa que han demostrado ser eficaces a través de estudios , para aportar al paciente una atención y un tratamiento más completo. Con esta definición podemos darnos cuenta que no todas practicas alternativas están contempladas, sino que es muy importante que las abalen estudios en pacientes que demuestras sus beneficios. Estos técnicas y medicinas alternativas es un complemento al tratamiento médico convencional, ayudan y mejoran el control sintomático, contribuyendo en:
Mejorar la calidad de vida de paciente
En la salud global del paciente
Proporciona una atención integral del paciente oncológico tanto en la dimensión física como en la emocional
Fortalece el sistema inmunológico del paciente
Ayuda a gestionar el miedo y la ansiedad que sufre el paciente.
Dentro de la oncologia integrativa podemos encontrar la siguiente clasificación:
Terapias médicas, podemos encontrar ente otras la homeopatía Medicina China, Acupuntura Naturopatía
Terapias o técnicas denominadas cuerpo-mente, como por ejemplo, Meditación , yoga, Mindfulness...
Terapias con maniobra, manipulación o otros métodos que se basan en mejorar el cuerpo, como reflexología, masajes, el propio ejercicio físico moderado, etc
Terapias energéticas, que mueven como su nombre indica la energía del cuerpo como Chi kung, Tai Chi, Reiki , etc
En este artículo queremos acercaros y profundizar en dos de las terapias englobadas dentro del tratamiento de cuerpo y mente, que están teniendo mucha aceptación en los pacientes y aportan muchos beneficios a su estado anímico y bienestar. Se trata del Yoga y Mindfulness.El Yoga en pacientes oncológicos:Es una antigua práctica hindú, que es considerado como un tipo de ejercicio anaeróbico, basado en la combinación de movimientos físicos a partir de posturas y estiramientos, control de la respiración y meditación. Uno de sus objetivos principales del Yoga es lograr una conexión entre cuerpo, mente y espíritu.Existen diferentes tipos de yoga y cada vez van apareciendo más, porque a pesar de ser una técnica de más de 5000 años va evolucionado con el tiempo, con los gustos y también un poco con las modas. Viendo un poco la demanda y la moda actual os vamos hablar de los siguientes tipos de yoga, aunque para un paciente oncológico lo mejor es personalizar lo máximo posible. Hatha Yoga, conocido por sus asana o posturas corporales que aportan a los músculos firmeza y elasticidad, consigue preparar el cuerpo para la meditación. Kundalini yoga, es un estilo de Yoga muy espiritual que consigue a través de la práctica de posturas en combinación con la respiración, ejercicios de pranayama, cierres energéticos (bandhas) y mudras, abrir y equilibrar los chakras, para prevenir y sanar dolencias físicas y emocionales. También llamado el "yoga de la conciencia" Anusara Yoga , es un estilo de yoga moderno en el que se combina fuerte de Hatha Yoga con filosofía tántrica que esta simbolizada como una “celebración del corazón”. Bikram Yoga. implica hacer un conjunto específico de asanas en un orden determinado en una habitación climatizada a unos 40-42º. Este tipo de yoga se desarrolla con una serie de 26 posturas, incluyendo un ejercicio de respiración al principio y al final de cada clase. Aporta flexibilidad y resistencia, gracias al calor los estiramientos son más profundos. Además de tener propiedades detox. Para practicar este tipo de yoga tienes que estar preparado para aguantar el calor así estando en tratamiento es conveniente consultar al médico y probarlo antes, porque es posible que no este indicado para tí. A pesar de que tiene características únicas y diferentes cada tipo de yoga mantiene unas raíces comunes que conducen al mismo fín. El Yoga es muy beneficioso para el paciente porque combina el ejercicio físico moderado con la respiración y meditación, trabajando por ello de una manera muy completa. Porque por un lado, esta demostrado que el ejercicio físico continuado durante o tras un tratamiento de quimioterapia o radioterapia disminuye la fatiga, mejora la capacidad respiratoria, mejora la funcionalidad motriz, les ayuda a sentirse mejor y aumenta la calidad de vida. Por otro lado, se trabaja la respiración y la meditación que contribuyen en la relajación del paciente y le ayuda a reducir la ansiedad.
Es muy importante buscar un profesor o entrenador de yoga que personalice la sesión en el momento que se encuentre el paciente, adaptando al estado físico y funcional de la persona, porque no todas las posturas y ejercicios son beneficiosos, e incluso puede resultar contraproducente, de hecho existen formaciones específicas para los profesores de yoga. Cada cáncer es diferente y cada paciente también.
El estudio YOCA, presentado en el Congreso Americano de Oncología (ASCO) del año 2010, evaluaba la eficacia de la practica de este tipo de ejercicio. Sacando como conclusión que contribuia en la calidad del sueño, la fatiga y la calidad de vida en pacientes oncológicos que practicaban Yoga respecto un grupo control.El mindfulness en pacientes oncológicos:Puede entenderse como atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. La practica de esta técnica pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento.
Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales y otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o bien para intentar controlarlos. El paciente realizando los ejercicios de esta técnica usa la concentración para relajar su cuerpo y su mente, aprende a guíar su atención, le permite ser consciente en cada momento. Desde mi punto de vista creo que a todos nos hace falta ser conscientes , conocer nuestro cuerpo, nuestras emociones porque es la única manera de cuidarnos y querernos. Los beneficios del mindfulness se han investigado en diferentes situaciones y todas coinciden en los siguientes efectos para el paciente:
Mejora de las condiciones de salud a largo plazo como son el dolor crónico, la ansiedad y el estrés.
Mejora la alteración del estado de ánimo y el insomnio en pacientes con cáncer.
A través de la meditación mejora la conciencia de sí mismo y contribuye a la relajación.
Todo lo que hagamos para sentirnos mejor es sumar, nos ayuda también a afrontar las cosas de una manera más positiva y a conocernos a nosotros mismos. Estas terapias además contribuyen a descubrir en nosotros mismos herramientas para la vida que tenemos y que las desconocemos. Esperamos que os haya gustado y ayudado este articulo, nos encantan vuestros comentarios y que nos compartáis, es la única manera de crear red para cuidarnos unos a otros. Respirar, respirar y respirar. :)